sábado, 30 de diciembre de 2017

Mis mejores libros 2017

Apurando las horas para la llegada del nuevo año, desde los blogs y revistas culturales llegan las listas de los mejores libros del año.
Como siempre, tras mirarlas, comprobaremos que la mayoría no los hemos leído o algunos de los citados no han saciado nuestros gustos lectores.
Como sabéis, no leo todo lo que sale como novedad, hay que darle un tiempo prudencial a esos libros, ya que las grandes campañas editoriales muchas veces actuan como falsos profetas.
Por ese motivo, la relación que os pongo, Mis mejores libros 2017, no tendrán nada, pero nada que ver con las que veáis por ahí, pero son historias que me han hecho querer vivir dentro de ellas.
Esta relación incluye alguna novela actual pero sobre todo, grandes clásicos, obras que creo necesario rescatar.

Y poco más me queda por decir. Os deseo desde estas líneas una Feliz Navidad, felices lecturas y próspero año 2018,




Enero.          Los olvidados de Filipinas de Lorenzo Mediano.
Febrero       Jonathan Strange y el Señor Norrel de Susanna Clarke
                    El secreto de Gaudlin Hall John Boyne
Marzo          El asesinato de Sócrates de Marcos Chicot
Mayo           Tristana de Benito Pérez Galdos
Junio            La metamorfosis de Kafka
                    Madame Bobary de Gustave Flaubert
Agosto         La cajita de Rapé Javier Alonso García-Pozuelo
Octubre        El exorcista de Peter Blatty
Noviembre   La leyenda de Sleepy Hollow de Washington Irving
                     El cartero siempre llama dos veces de James M. Cain

miércoles, 27 de diciembre de 2017

El cartero siempre llama dos veces de James M. Cain

Sinopsis:

Frank Chambers, un trotamundos sin empleo, narra en primera persona la atracción que siente por Cora Papadakis, la esposa de un emigrante de origen griego propietario de una taberna en California, y cómo se vuelven amantes unidos por el ardor y la ambición. Pero no será tan fácil librarse del viejo marido. Y habrá que contar, además, con el inescrutable destino: ese cartero que siempre llama dos veces. La fama de las dos versiones cinematográficas de esta extraordinaria novela, clásico entre los clásicos de la film noir, quizás haya podido ocultar la maestría de James M. Cain. Pero ni la película de culto filmada en los años 40 por Tay Garnett ni la rodada en 1981 de Rob Rafelson -protagonizadas por Jack Nicholson y Jessica Lange-, como tampoco la libre adaptación que de ella hizo Visconti en "Obsesión", logran superar tensión y el impacto que causa en el lector la lectura de la obra que Cain publicó en 1934. Hoy sigue siendo una de las cumbres espeluznantes del género negro. El argumento convoca pasiones desbordantes, codicia compulsiva, mentira ilimitada y un destino infranqueable, el material con el que James M. Cain ha pervivido como uno de los referentes de una literatura que resiste como pocas el paso del tiempo.

Opinión:

Esta reseña fue realizada para colaborar en la III Semana Negra en la Glorieta (2017), evento dedicado al género negro y policíaco.

La Semana Negra en la Glorieta se celebra, desde el año 2016, del 21 al 27 de noviembre. Aunque inicialmente se trataba de un festival virtual, en las últimas ediciones, además de la publicación de reseñas, artículos y relatos, se han llevado a cabo actividades presenciales en diversas ciudades de España y Latinoamérica. 

Coordinada por Rafael Guerrero, Osvaldo Reyes y Javier Alonso García-Pozuelo, a lo largo de estos años, han participado en ella más de un centenar de escritores y críticos literarios del género negro de Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, México y Panamá.

Si queréis leer todos los artículos, reseñas y relatos negros que se han publicado en ese evento, solo tenéis que pinchar en el enlace que os dejo a continuación. 


Hoy voy a hablaros de, El cartero llama dos veces, o como se tituló en castellano, El cartero siempre llama dos veces, de James M. Cain.
Los motivos de elegir esta obra son varios, el principal es que la tenía pendiente desde hace mucho tiempo, desde el momento en que vi la película protagonizada por Jessica Lange y Jack Nicholson; quería comprobar si la obra en papel era igual de buena, si me transmitía las mismas vibraciones,ya que sobre todo el final, logró impactarme.
El segundo, es que hace muy poco me preguntaban como hacía yo para diferenciar una novela negra de una policíaca, si la diferencia se hallaba en si el protagonista era corrupto o no.
La verdad, es que yo no soy una experta, solo me considero una simple lectora que reflexiona sobre sus lecturas, pero no considero que sea necesario un investigador, ya sea corrupto o no, como elemento fundamental para clasificar una historia dentro de este género. Quizás los profesionales opinen lo contrario, pero para mí, hay otros elementos que la identifican de forma más clara, como por ejemplo, el ambiente decadente, pesimista e incluso trágico, que persigue a los personajes a lo largo de la novela.
Así que por ese motivo he elegido esta historia, como ejemplo de que la novela negra no tiene que tener indispensablemente una investigación por medio, porque como podréis comprobar si os animáis a leer esta novela breve, ese tipo de personajes, aquí, son meramente incidentales.

Para mí la novela negra va más allá de policías corruptos, detectives de escasa reputación, mujeres fatales y/o asesinatos cruentos.
Es cierto que hay un tipo de novela negra muy estandarizada, que gira alrededor de un individuo de fuerte personalidad con una investigación entre manos, puede ser detective, policía e incluso abogado o periodista. Alguien, que en algún momento se alejará de la legalidad o andará al filo de la misma, pero que ante todo busca destapar la verdad, luchar contra el delito.
Ese individuo puede recurrir a la violencia llegado el caso, puede ser fumador y bebedor empedernido, consumidor de drogas, e incluso sentirse atraído por alguna mujer fatal que hace todavía más peligroso su trabajo.
Pero todos los detalles mencionados hasta ahora, no son necesarios, y menos aún, que se den todos juntos.
Un detective no es indispensable para la novela negra, al igual que no es necesario un crimen para un libro policíaco, aunque lo cierto, es que con un cadáver de por medio la historia cobra vida, a pesar de lo contradictorio de la frase...

Hay otro tipo más de novela negra, cuando nos encontramos con un personaje protagonista que convence, incita o coacciona a otro para realizar algo turbio, arrastrándole a la ilegalidad, como por ejemplo en "Extraños en un tren" de Patricia Highsmith o ésta de la que vengo hoy a hablaros, de James M. Cain, donde tendremos un asesinato, pero realmente la intervención de la autoridad es mínima. Más bien, podríamos decir que la policía o más bien la justicia, es un ente que acecha a los personajes más en forma de remordimientos que apareciendo en escena.

Pero hay otros rasgos, quizás los más importantes que convierten a este tipo de historias realmente en novela negra. El principal es el ambiente sórdido que acompaña a la historia.
Los escritores se valen de los personajes para llevarnos a zonas de los suburbios, zonas marginales; nos muestran el alto grado de criminalidad, de prostitución, el tráfico de drogas o de armas, el chantaje, la pobreza o quizás tan solo, la corrupción política o moral.
Al margen de esto, la novela negra es un género que va evolucionando, adaptándose al momento, al lugar, a los avances tecnológicos, y sobre todo, muy influenciada por la situación política, social y económica que se narre en esa obra.

Podemos encontrar novela negra ambientada en Inglaterra, en Bélgica, España o en los países nórdicos entre otros, con esto quiero decir que no debemos limitarnos a las obras ambientadas en los años 40 o 50 en Estados Unidos; también habrá obras de principios del s. XX o de finales, y todas y cada una de ellas, a pesar de tener rasgos distintos o especiales, de regirse por diferentes normas sociales y culturales, tendrán otros que las encuadrarán dentro de este estilo, convirtiendo esta categoría en un género para el cual no existen límites.
Pueden decirse muchas más cosas sobre este tipo de novela, y siempre descubriríamos algo nuevo, nuevas características... así que creo que ya ha llegado el momento de hablar sobre el libro en cuestión.

Esta novela, en pleno siglo XXI, sigue siendo considerada como una de las mejores obras del género negro, y eso a pesar de su brevedad, ya que solo cuenta con 120 páginas, aunque hay que señalar que muy intensas.
Esa brevedad de la que os hablo, es algo que tenemos que tener en cuenta los lectores, porque va a marcar el desarrollo del argumento, reflejándose en las descripciones y diálogos.
A pesar de la corta extensión de las descripciones, James M. Cain va a conseguir una perfecta ambientación, que nos trasportará con maestría a ese entorno sobrio y cargado de obsesiones que perseguirá de forma fatal a Cora y Frank.
Y por otro lado, los diálogos van a destacar por su estilo directo, conciso, cargados de frases cortas pero contundentes, y con un lenguaje sencillo.

El peso principal de esta historia recae en la narración en primera persona que nos hace uno de los protagonistas Frank, pero no os olvidéis de un detalle importante sobre este tipo de narraciones, el uso de la primera persona siempre ofrece una opinión subjetiva. Nos muestran la versión que quiere dar el personaje y pueden engañarnos con su relato...
La exposición de Frank y los diálogos, serán el principal elemento narrativo de que dispondrá el autor, para hacernos captar el ambiente, la tensión emocional y sexual que sufren los protagonistas; para transportarnos a los escenarios y mostrarnos la infinidad de detalles, sobre los que se van construyendo las escenas.

Sobre los personajes os diré, que no cuenta con muchos.
Prácticamente la historia gira alrededor de un triángulo amoroso, por definirlo de algún modo, y aunque los protagonistas distan mucho de ser perfectos, sí destacan por su profundidad psicológica.
Como personaje principal y narrador, tenemos a Frank Chambers, un hombre bastante simple, un trotamundos peleón, pero cuyo mayor delito ha sido darse de bofetadas con los empleados del ferrocarril.
Nick Papadakis, es un emigrante griego y marido de Cora, juntos regentan un triste bar de carretera.
Y por último Cora, el personaje que según mi opinión más destaca, quizás porque lo vemos desde la narración subjetiva de Frank. Crea ante nosotros una delicada criatura, de ojos azules y piel blanca que resalta con lo oscuro de su cabello.
El autor juega a desconcertar al lector desde el comienzo, de esta forma nos encontramos con una Cora, cuya imagen ambigua nos hace pensar en un ángel o un demonio dependiendo de las escenas, y que evoluciona con la misma rapidez que pasamos las páginas.
Al comienzo parece ingenua, reservada e incluso sumisa, y termina convirtiéndose en una mujer capaz de cualquier cosa para librarse de su marido.
Pero... y aquí surge mi duda ¿quién seduce a quién? ¿Cora a Frank o es al contrario?, ¿y quién induce a librarse de Nick, es Frank o por el contrario es Cora, la inductora subrepticia?
Todos los datos que vamos obteniendo a lo largo del libro, nos hacen saltar de la culpabilidad de un protagonista a otro; la mentira se asienta como un personaje más en la relación, las dudas surgen y con ello, la desconfianza en la pareja. Por supuesto, también hay un gran espacio reservado en esta historia para la ambición, ese deseo intenso que se aparece frente a los personajes, tentándoles de distintas formas.

Y con esto termino, creo que es una gran historia a pesar de su brevedad. Con un argumento y un desarrollo brillante. Una novela digna de ocupar un hueco en vuestras bibliotecas.
Espero no haberos aburrido y recordad, esto tan solo son las reflexiones de una sencilla lectora, sin pretensión ninguna.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

El manuscrito de nieve de Luis García Jambrina

El manuscrito de nieve (Saga Fernando de Rojas 02)
Sinopsis:

El bachiller Fernando de Rojas recibe el encargo de investigar el extraño asesinato de un estudiante de la Universidad de Salamanca.
Así comienza una intensa aventura en la que iremos recorriendo los más diversos ambientes de una ciudad donde nada ni nadie es lo que parece, al tiempo que nos adentramos en su conflictiva historia, hasta llegar a descubrir los entresijos de unos crímenes que hunden sus raíces en el pasado y amenazan con desencadenar una guerra.

Opinión: El manuscrito de nieve (Saga Fernando de Rojas 02)

En esta segunda parte de la saga, Luis García Jambrina vuelve a echar mano de protagonistas que ya nos sonarán de El manuscrito de piedra.
El personaje activo, será de nuevo el joven Fernando de Rojas y el otro, el eterno y omnipresente, no puede ser más que la preciosa ciudad de Salamanca.
La ciudad universitaria vuelve a convertirse en una protagonista silenciosa, que verá impasible, como un asesino empieza a sembrar sus calles con cadáveres caprichosamente mutilados.

El suspense también regresará como elemento fijo, en este nuevo caso de Rojas, ya que invadirá con premeditación y alevosía, las páginas de esta novela, sin darnos ni tan solo un momento de respiro.

Los personajes de ficción vuelven a mezclarse coherentemente con los reales, en un juego donde nuestra literatura más célebre volverá a ocupar un lugar privilegiado.
De esta forma, recorreremos todos los ambientes de la ciudad, acompañados por un guía de excepción, Lázaro de Tormes que en esta ocasión, servirá a Rojas como si de un fiel escudero se tratase.

Luis García Jambrina, también reserva un espacio en su novela para defender el gran papel que hicieron algunas mujeres de la época y denunciar con ello, la prohibición más que absurda que las prohibía asistir a las clases en la universidad.
El personaje encargado de hacer esa defensa "oficial", es la reina Isabel la Católica, impulsora de fomentar la educación de las mujeres de la nobleza y de la corte. Lamentablemente y como nos cuenta la historia, su prematura muerte truncó ese proyecto, y las mujeres pudientes de nuevo vieron como sus deseos de asistir a las clases en la universidad se esfumaban, lo que provocó, que muchas de ellas tuvieran que volver a recurrir al peligroso juego de vestirse de hombres, poniendo en juego su honra y el honor de sus familias.
Pese a eso, Isabel supo rodearse de mujeres ilustres, como Beatriz Galindo"la latina", escritora y humanista que ejerció de preceptora de los hijos de los Reyes Católicos, o Luisa de Medrano, que llegó a impartir clases en la universidad en sustitución de Antonio de Nebrija en 1508.
Así que de esta forma ya habéis conocido a algunos de los personajes insignes que pasearán entre nuestras manos y que serán cómplices directos de una ambientación perfecta.

Pero no os penséis que todo termina aquí...
Entre las páginas de este libro también queda reservado un lugar privilegiado para rencores ancestrales, venganzas y duelos de honor, restos de esa sociedad medieval que agoniza; aunque como es lógico también habrá sitio para el héroe refinado, galante y quizás algo idealizado que representa Rojas, fruto de ese Renacimiento que se acerca a pasos agigantados. Todo ello narrado con estilo ágil, ameno y en ocasiones irónico, que caracteriza a Luis García Jambrina.

Un gran ejercicio metaliterario e histórico que mezcla con habilidad realidad y ficción, y que no debéis dejar escapar.